Es una parasitosis
del aparato circulatorio de perros y gatos de amplia
distribución en zonas tropicales y subtropicales,
que causa alteraciones que llevan a la falla cardíaca
y también a la muerte.
Es diseminada por muchas especies diferentes
de mosquitos y por lo tanto prevalece en zonas ribereñas
donde hay mayor distribución de insectos susceptibles
(por ejemplo, Tigre en zona Norte y Quilmes en zona
Sur, Argentina).
Los mosquitos hembra se alimentan de sangre de perro
o el gato que porta el parásito. Este mosquito
pica a otro perro o gato y las larvas que continuaron
evolucionando en el insecto y ahora se encuentran en
su labio inferior, penetran por la lesión a la
sangre de la mascota y se ubican debajo de su piel durante
2 a 4 meses. Allí evolucionan y luego migran
al corazón donde se localizan y llegan a adultos
en 4 meses más.
El gusano adulto mide entre 15 y 20 cm. y en un perro
puede haber entre 1 y 250 de estos parásitos.
Si un animal tiene hasta 50 parásitos, éstos
permanecen en las arterias pulmonares.
Cuando el número
aumenta, los parásitos migran hasta el corazón.
La hembra y el macho de esta especie de parásito
llamado Dirofilaria se reproducen dentro del perro o
gato que paratisan, las hembras paren microfilarias
que circulan por la sangre durante 1 a 3 años
pero éstas no pueden evolucionar a adultos sin
antes pasar por el mosquito.
La sintomatología de esta enfermedad solo se
observa en animales adultos y son síntomas de
enfermedad cardíaca y pulmonar.
También puede haber animales infectados pero
sin síntoma alguno de enfemedad.
Se diagnostica por radiografías de tórax
y estudios de sangre.
El éxito del tratamiento depende de la gravedad
de la infección, no pobstante son frecuentes
las complicaciones y mortalidad post tratamiento. Debido
a esto es que cobra gran importancia la prevención
de esta enfermedad con drogas de fácil administración
que siempre deben ser indicadas por un veterinario.
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